29 jul 2010

Simplemente, Maruxionando...

Qué fácil es sentarse a valorar lo que se tiene, cuando la vida te da una cachetada. Por qué será qeu solo nos damos cuenta de lo que tenemos, cuando una mano invisible nos agarra el corazón y nos aprieta con fuerza...

Vivimos dándonos gustos que no valoramos, haciendo muchísimas cosas importantes a las que no le damos importancia.

Gastamos tiempo en preocupaciones que no son más que circunstancias, y cuando tenemos preocupaciones de verdad, nos agobiamos porque estamos cansados de usar nuestra energía para cosas que no valen la pena.

Nos ponemos optimistas solamente cuando el lado pesimista de la vida nos acecha, en vez de disfrutar cuando el lado bueno nos recompensa (que es la mayoría de las veces aunque no nos demos cuenta).

Le damos trascendencia a personas que no forman parte de nuestra vida real, la de todos los días. Nos preparamos para salir a demostrarle al mundo que somos capaces de cosas, mientras que en realidad a los que tenemos que demostrarle que somos grandes, es a los que sin pedir nada nos acompañan en el día a día.

No nos cansamos de juzgar las acciones del otro, pero jamás de los jamases nos detenemsos a juzgarnos a nosotros mismos, y si lo hacemos...somos desmedidos y terminamos frustrados.

Hasta cuando seguiremos evolucionando en un mundo en el que las pequeñas cosas ya no cuentan?

Ojala algún día aprendamos a revertir estas cosas y nos convirtamos en un puñado de gente alegre y agradecida, de que al menos tuvo una chance de vivir la vida, y que la honró con sus vivencias.