12 oct 2011

El valor del esfuerzo

No siempre se valora nuestro esfuerzo, pero tampoco valoramos muy seguido el esfuerzo de los demás y mucho menos el de nosotros mismos.

Hoy oficialmente me comunicaron mi ascenso.

No es la gran cosa, no es la realización de una meta de vida, es nada más que un escaloncito más en el lugar donde vivo 6 horas diarias, cinco días a la semana. Un crecimiento en responsabilidad. No es más que eso.

Sin embargo, no quiero permitirme dejarlo pasar por alto. Porque más allá de todo lo anterior, es MI logro (uno más y son muchos) y me costó sacrificio conseguirlo.

Es valorizar el trabajo que hago con tanto compromiso, que valoro y pondero (a pesar de las crìticas) porque ademàs de encantarme, es lo que nos da de comer a mi y a mi familia (ya sea por mi lado o por el de Andrés).

Es valorar que pese a todo, siempre se puede superarse un poquito mas. Siempre hay lugar para un crecimiento personal, para una enseñanza.

Hoy me felicito por haber avanzado un poquito más, y recuerdo la gran frase que escribo desde hace años (vaya uno a saber de quien):

"Mientras el tìmido reflexiona, el valiente va, triunfa y vuelve".

8 oct 2011

El Sireno

Pocas veces recordamos como conocimos a las personas que hoy son parte de nuestras vidas o el momento exacto en que comenzamos una amistad.

Yo no me acuerdo cuando conocí a Gaby, pero si el día en que nos hicimos amigas.

La buena conducta no era algo que nos caracterizara ni a mi ni a ella. Ese día nos habían echado de la clase a las dos (shame on we jejeje). Estabamos en distintas clases, por lo que ni siquiera nos saludabamos.

El pasillo del liceo estaba vacío completamente y en las carteleras que estaban colgadas en las paredes, se exhibían las mejores obras de algunos alumnos de dibujo.

No se como, quedamos paradas las dos frente a la misma lámina. Observamos unos segundos en silencio, y yo dije: "Pah, que horrible ese sireno" y Gaby contestó "No es un sireno, es un tiburón -visto de arriba-comiéndose a un hombre".

Nos reimos a carcajadas por un rato y automáticamente nos pudimos a criticar los demás dibujos.
Así, por castigo de dos profesores/as, nació una amistad que perdura hasta hoy y tenemos la suerte de que nuestros hijos sean amigos!

Hoy, duplicamos la edad que teníamos en aquel entonces y nos seguimos riendo de las mismas chotadas que hace más de quince años. Capaz esta historia no signifique nada para nadie más que para nosotras dos. Pero son partes de los códigos de nuestra amistad (que está llena de códigos -la casa de las ratas, el renacuajo, pelusa, las gordas del Mirador Rosado, entre otros-)

La amistad no necesita de llamados telefónicos diarios, ni de cumplidos. La amistad necesita de códigos que hagan que por más que pase el tiempo, aunque la vida nos cambie, la escencia siga siendo la misma.
Te quiero amiga!!

5 oct 2011

Persecusión

Genoveva ronda los setenta y pico. Un metro ochenta de altura, hizo natación toda la vida...como dicen afuera "un rancho de grande"...Además de su voz avasalladora, la caracteriza su personalidad avasalladora (valga la redundancia).

Esa mañana me vino a buscar solo a mí. Andrés y los nenes se habían ido más temprano y yo me quedé liquidando unos pedidos de MyM.

Fuimos conversando todo el camino. Increiblemente iba tranquila, ni rastros de habitual miedo al tránsito...

Faltaba una cuadra para llegar al destino y a la mitad de la cuadra siguiente vimos un bulto serpenteando del piso al aire, del aire al piso. Nos acercamos un poco más y lo vimos clarito: Un chorro revolcando a una señora, tironeándola de la cartera. Al darnos cuenta, yo agarré rápidito mi celular para llamar al 911 y Geno metió pata en el acelerador...

El chorro estaba terminando su trabajo, se subió a una bicicleta y salió por la misma calle por la que ibamos nosotras, que desemboca en el Parque Rivera. 

Geno no tardó ni dos segundos en quedar a un metro de él. 
(Mientras, en el teléfono) lara lara lara lara la, laralala, laralala...aguarde un momento, nuestras operadoras están ocupadas...

El chorro metía pata como loco y Geno, con la ventana abierta gritaba...
Hijo de Puta!! Te voy a agarrar!! Chorro hijo de puta!! Tiraste a la pobre mujer!!!

Yo empecé a ponerme nerviosa y a decirle. Dejalo!! Estoy llamando a la policía!! No te metas en líos Geno!! Por favor dejalo!! 

Y ella...Chorro hijo de puta!! Dejá que te agarre!

La calle se terminó y empezó el Parque Rivera. El malandro se metió entre los árboles...Y GENOVEVA ATRÁS!!!!!!!! Ya entre los árboles, mis palabras no eran calmadas, ya eran más tipo;
GENOVEVA POR FAVOR!!! PUEDE ESTAR ARMADO!!!! LO AGARRAMOS Y QUE HACEMOS???

De golpe, la zona de pasto y pocos árboles se termina, llegamos a una parte del parque más tupido, volantea y queda perpendicular al chorro, que frena porque tenía un murito adelante.

Quedamos frente a frente, el chorro y nosotras. No pude evitar visualizar la situación subsiguiente. Bicicleta abajo del auto, Chorro en el piso, y Geno dandole carterazos en la cabeza, entonces grité:
GENOVEVA POR FAVOR!!! TENGO DOS HIJOS!! PUEDE ESTAR ARMADO!!!

Y ella me mira y me dice: NO TE PREOCUPES!! YO TENGO EL MACHETE!!!! Y me muestra un machete de unos 40 cm, enfundado entre el asiento y el freno de manos!

El chorro subió el muro y no pudimos alcanzarlo. Ella se bajó del auto, corrió unos metros gritando hacia el lago "Señores, Señores! Cuidado! Ahí va un ladrón!! Acaba de revolcar a una señora!! Ladrón hijo de puta! Te vas a morir!!!! Y se subió al auto...

Bueno...después que paso todo no pude dejar de pensar, que al fin y al cabo hubiera estado bueno que lo agarraramos. Seguro salíamos en Canal 4 en la sección de policiales, con un titular que dijera algo así como:
"Señora de 70 años, atrapa a ladrón luego de una persecusión, y lo retiene hasta que llegó la policía a punta de machete"

4 oct 2011

El cristal con el que miro...

Cada vez que corro un bondi y no me para, pienso "HDP!! Seguro que si era flaca y rubia me paraba". 
Hoy vi una flaca y rubia correr el bondi sin suerte y pensé! "Jé! El chofer fija que era un gordo resentido".